Capítulo 13
Veryariel: “Vamos”.
Veryariel se dirigió rápidamente fuera del taller en dirección a su nave. El grupo, aún confusos por el cambio tan repentino que se había producido, fueron tras ella.
Kristan: “¡¿Serias tan amable de explicarte mejor?!”.
Veryariel: “¡Los separatistas están tomando el control del puerto espacial. Están registrando todos los hangares de la zona y destruyendo todos los cargueros que encuentran!”.
Heck: “¡Ho no!”.
Kristan: “Tranquilo Heck”.
Veryariel: “Hazle caso. No quiero a nadie histérico dentro de mi nave”.
Kristan: “Aún no has respondido a mi pregunta”.
Veryariel: “Es muy sencillo. Está nave es mi vida y esos tipo pretenden arrebatármela. Ese es un error que van a lamentar. ¡Nadie toca mi nave sin mi permiso! Y que mejor manera de darles una lección que quitándoles lo que quieren, es decir, a vosotros. Por eso voy a llevaros a Coruscant. Pero no os equivoquéis. Os costará 15.000 créditos”.
Yokyr: “¡¿Qué?, ¿pretendes cobrarnos por salvarnos de los separatistas solo para fastidiarles?!”.
Veryariel: “Diciéndolo de ese modo,¡sí!”.
Kristan: “De acuerdo”.
Yokyr: “¡Pero mi lord…!”.
Kristan: “No tenemos elección. Los separatistas nos encontrarán en cualquier momento y cuando lo hagan seguramente no podremos escapar”.
Ray´n Bow: “El consejero tiene razón”.
Veryariel: “Sabias palabras. No tenemos tiempo que perder. Vamos a preparar la nave. En cuanto llegué mi primer oficial nos vamos. ¡Vamos moveos!”.
Veryariel se dirigió a la rampa de entrada de su nave con una sonrisa en sus labios. “No ha cambiado nada en estos años” pensó Yokyr mientras se dirigían al interior de la nave. En pocos minutos, Veryariel ultimaba los preparativos para el despegue.
Veryariel: “¿Dónde demonios se ha metido Drake?”.
De pronto una fuerte explosión se produjo en la entrada del hangar. Veryariel puedo observar la escena desde la cabina de control junto a Yokyr y Tweedo mientras el resto del grupo esperaba en un habitáculo de la nave. No podían distinguir nada a causa de la gran cantidad de humo y polvo levantados por la explosión. De pronto de entre la nube de polvo empezaron a aparecer descargas láser seguidas de una figura que corría mientras intentaba apuntar sin girarse a fin de devolver el fuego. En pocos segundos se pudo distinguir la figura desde la cabina.
Veryariel: “¡Drake!”.
Drake: “¡Larguémonos de aquí!”.
Veryariel: “¡Sube rápido! ¡Tú, ve a la sala de al lado y usa los controles de los cañones de repetición! ¡Tenemos que cubrirle hasta que Drake suba y haya cerrado la rampa”.
Tweedo: “¡Entendido!”.
En cuanto Tweedo abandonó la cabina, Veryariel pudo ver desde la cabina como las unidades droides de la Federación de Comercio aparecían de la cortina de humo y polvo así como las siluetas de los mucho más que los precedían dispuestos a reducir a ruinas el hangar y convertir su preciada nave en chatarra.
Veryariel: “¿Tu amigo es buen tirador?”.
Yokyr: “Hasta ahora sí”.
Veryariel: “Buena respuesta. Aún así eso no me tranquiliza”.
Tweedo entró en una sala contigua a la cabina del piloto donde había una silla preparada con multitud de dispositivos que afortunadamente Tweedo conocía los suficiente para utilizar los cañones de repetición blaster que Veryariel había integrado en la zona frontal de su nave. Estaba seguro de poder entretener a los droides el tiempo suficiente para que la nave despegara de forma segura. Tweedo se sentó en el asiento y ajusto rápidamente los controles. Apuntó hacia la entrada del hangar donde decenas de droides de combate lanzaban una lluvia de disparos contra la nave.
Tweedo: “¡Vamos allá! ¡tomad esto montones de hojalata!”.
Tweedo comenzó el contraataque. La potencia de fuego era tan feroz que en pocos segundos muchos droides de combate habían quedado destrozados.
Tweedo: “¡Esto marcha!”.
Mientras tanto en la cabina de mando aparecía Drake, tratando de llevar aire a sus pulmones tras el gran esfuerzo al que se había sometido.
Drake: “Siento el retraso”.
Veryariel: “¡Idiota! ¡¿Por qué has tardado tanto?!
Drake: “Cuando llegué a la entrada del hangar los separatistas ya se preparaban para entrar dentro. Así que cuando abrieron las puertas les lancé un detonador termal para retrasarlos y al mismo tiempo poder entrar en el hangar a cubierto tras la cortina de humo y polvo. Son muchísimos. Debemos irnos ya”.
Veryariel: “¿¡Y por qué crees que aún estamos aquí?!, ¡siéntate y abróchate el cinturón!”.
Drake: “Entendido”.
Veryariel activó el megáfono interior de la nave.
Veryariel: “¡Preparados todos, despegamos!”.